Hacia cuatro años que Cristóbal Colón habla pisado por vez primera las playas de América, cuando su hermano Bartolomé inauguró el quemadero de Haití. Seis indios, condenados por sacrilegio, ardieron en la pira. Los indios habían cometido sacrilegio porque habían enterrado unas estampitas de jesucristo y la Virgen. Pero ellos las habían enterrado para que estos nuevos dioses hicieran más fecunda la siembra del maíz, y no tenían la menor idea de culpa por tan mortal agravio. ¿Descubrimiento o encubrimiento? El 12 de Octubre de 1492, América fue invadida y no descubierta, porque previamente la habían descubierto, muchos miles de años antes, los indios que la habitaban. Pero también se podría decir que América no fue descubierta en 1492 porque quienes la invadieron no supieron, o no pudieron, verla. Si la vio Gonzalo Guerrero, el conquistador conquistado, y por haberla visto murió de muerte matada. Si la vieron algunos profetas, como Bartolomé de Las Casas, Vasco de Quiroga o Bernardino de Sahagún, y por haberle visto la amaron y fueron condenados a la soledad. Pero no vieron América los guerreros y los frailes, los notarios y los mercaderes que vinieron en busca de veloz fortuna y que impusieron su religión y su cultura como verdades únicas y obligatorias. El cristianismo, nacido entre los oprimidos de un imperio, se había vuelto instrumento de opresión en manos de otro imperio que entraba en la historia a paso avasallante. No había, no podía haber, otras religiones, sino supersticiones e idolatrías; toda otra cultura era mera ignorancia. Dios y el Hombre habitaban Europa; en el Nuevo Mundo moraban los demonios y los monos. El Día de la Raza inauguró un ciclo de racismo que América padece todavía. Muchos son, todavía, los que ignoran que allá por 1537 el Papa decretó que los indios estaban dotados de alma y razón. . Ninguna empresa imperial, ni las de antes ni las de ahora descubren. La aventura de la usurpación y el despojo no descubre: encubre. No revela, esconde. Para realizarse necesita coartadas ideológicas que conviertan la arbitrariedad en derecho. En un trabajo reciente, Miguel Rojas-Mix advertía que Atahualpa fue condenado por Pizarro porque era culpable de delito de ser otro o, lisa y llanamente, culpable de ser. La voracidad de oro y plata requería una máscara que la ocultara; y así Atahualpa resultó acusado de idolatría, poligamia e incesto, lo que equivalía a condenarlo por practicar una cultura diferente.
Eduardo Galeano
Todo es relativo. Actuaciones criminales aparte por parte de gentes sin escrúpulos, lo cual siempre es condenable, yo si celebraría el hecho de compartir una cultura y lengua común con más de 300 millones de personas. Creo que debemos celebrar lo que nos une y no una historia pasada llena de puntos oscuros, de la que hoy no somos responsables ninguno.
ResponderEliminarUn saludo.
Prefiero quedarme con las cosas en comùn, y no con los errores y barbaridades que se cometieron.
ResponderEliminarSe aprende de las batallas perdidas.
un abrazo.
todo depende... ¡hay muchas cosas buenas qué resaltar!
ResponderEliminarUn conquistador celebra sus conquistas, pero no puede seguir celebrándolas después de 500 años y no puede estar orgulloso de lo que ha impuesto a la fuerza como es la religión y la lengua, ni celebrar un día de la raza cuando a unas de las razas se les considera inferiores.
ResponderEliminarUn saludo.
Y el conquistador, Dean, no puede celebrarlas después de 500 años porque no hay quien llegue a esa edad, a menos que a los que vivimos en el siglo XXI se nos eche sobre las espaldas la responsabilidad de aquellos conquistadores que el único vínculo que tienen conmigo es haber nacido en una localidad cercana a la mía. Pero, vamos, yo no les di permiso para hacer fechorías en mi nombre, tampoco a la burguesía criolla de gran parte de latinoamérica por haber marginado a la población indígena.
ResponderEliminarEs como si dentro de 500 años echáramos en cara a los alemanes que sus antepasados votaran a Hitler. O a los italianos por haber invadido Hispania, habernos romanizado y enseñarnos el latín.
Otra cosa son las celebraciones. Aquí en España somos muchos los que no celebramos ninguna conquista sino el encuentro cultural de gente diversa que habla español. Yo lo único que he conquistado en mi vida es el corazón de mi mujer.
Lo que también veo es a mucho político que aprovecha ese tema para hacer demagogia y trazar una cortina de humo que disimule sus torpezas y errores. No hay cosa mejor que echar la culpa de todos los males a los extranjeros y si son descendientes de los colonizadores, mucho mejor.
Un saludo de hermandad.
Querida amiga,gracias por tu visita a mi blog.
ResponderEliminarHoy celebro el triunfo de los mineros de Chile y de todo el pueblo chileno por su temple y dignidad...Y ahora celebro estar unida al mundo,porque todos somos ciudadanos con una misma tierra,que se renueva continuamente con nuestra buena energía positiva,si queremos...!
Tu post es un pasado que no vivi,ni tampoco han vivido mis abuelos,bisabuelos,ni tatarabuelos...Hace tanto tiempo,que sólo te puedo decir,lo siento por todos aquellos que murieron injustamente...!Y que seguramente su energía llena de paz,nos envuelve y pide convivencia en paz y armonía...!
Te dejo mi abrazo inmenso y la puerta abierta para que vuelvas cuando quieras en paz y armonía.
M.Jesús