A propósito de la entrada anterior, Kay de Las Ruinas Circulares, recordó este libro... que hoy nos cuenta.
El Mono desnudo.
El libro que hoy me ocupa me fue recomendado por el tito José Luis hace ya algo de tiempo. Y he reconocer que me encanta y que es uno de mis libros favoritos.
Desmond Morris, zoólogo y etólogo inglés, dibuja en este libro un retrato zoológico y darwinista del Homo Sapiens. Desde que el hombre es consciente de su capacidad intelectual se ha ido apartando cada vez más de lo que es y sigue siendo: un primate sin pelo recolector y cazador, aunque a veces nos cueste reconocer y hacer las paces con nuestros instintos naturales.
A lo largo del libro, el autor explica determinados aspectos del comportamiento humano contemporáneo y su correlación con el instinto de supervivencia común a todos los seres vivos. Por ejemplo, las mujeres tienen los pechos más grandes que las otras primates hembras no por temas de nutrición si no para atraer a los hombres y favorecer la procreación, es decir, la supervivencia. O el por qué a los hombres, cuando llegamos a la adolescencia, nos empiezan a atraer olores y sabores amargos: no es más que un preparatorio evolutivo al ocasional olor almizcleño de las mujeres.
Mi ejemplo favorito es a qué se debe que la mujer sea el único primate hembra que tiene órganos capaces de provocar un orgasmo. Resulta que cuando nuestros antepasados primates comenzaron a andar sobre dos patas hacía falta un mecanismo que consiguiera retener a la hembra durante los primeros instantes posteriores a la eyaculación en posición horizontal, para favorecer así la fecundación. De ahí el orgasmo femenino y su subsiguiente relajación muscular por las endorfinas vertidas en el torrente sanguíneo. Me parece tremendo.
En resumen, en este más que recomendable libro de divulgación se nos permite descubrirnos, avergonzarnos y divertirnos con nuestra propia naturaleza, provocando una inevitable reflexión sobre muchos comportamientos y pautas culturales corrientes que ponen al descubierto las principales características de nuestra especie, los monos sin pelo.
habrá que revisarlo :D
ResponderEliminarExcelente el aporte de Kay, me quedó haciendo ruido en la cabeza...
ResponderEliminarGracias Javier por pasarte, un abrazo.
Y yo perdiendo el tiempo leyendo eso del rol del trabajo en la evolucion del mono en hombre...
ResponderEliminarCon razón se cayó el muro de Berlin
Este libro fue ravolucionario cuando salió a la venta en España -y me imagino que en todo el mundo- hace ya varias décadas en plena era franquista.
ResponderEliminarGracias, Mai, por la celeridad a la hora de colgarlo...
ResponderEliminar¡Abrazos transoceánicos!
Parece muy interesante.
ResponderEliminarMe lo apunto.
Besos.
Muchas gracias por tu comentario en mi blog.
ResponderEliminarPor tu visita pasada, por preguntarme como lo haría I. Serrano.
Es un placer pasar por tus espacios. Leerte, verte...
Gracias y hasta muy pronto.