lunes, 24 de enero de 2011

Violencia mediática, violencia de género: ¿quién le pone un freno a Tinelli?

La nota es de fines del año pasado, de todas maneras no de deja de tener vigencia puesto que Tinelli siempre ofreció el mismo nefasto producto, con el lamentable aplauso de irresponsables que incluso le hacen reverencias... En el 2011 irá por más y el freno o el aplauso a la mediocridad que daña y destruye depende de nosotrxs, nuestros valores y compromisos. Lenny Cáceres.

“Show Match” , el programa televisivo que conduce Marcelo Tinelli en canal 13, está bajo la lupa de quienes pugnamos por una comunicación no sexista desde hace varios años. Sin duda, los contenidos reproducidos en el segmento predominante “Bailando por un sueño” son la versión exacerbada de la estereotipación del rol que nos asignan como mujeres en esta sociedad: de subordinación ante el varón y objeto sexual de deseo masculino. Y como objeto sexual, las mujeres son las que aportan el mayor valor a la mercancía que vende Tinelli.

Pero el mensaje perverso emitido en “Show Match” no se termina en los minutos de aire que tiene dentro del canal. Los contenidos, sea cual sea su tenor, alimentan a una cantidad significativa de programas de TV que se emiten durante la tarde en aire o cable, de emisiones radiales y de productos digitales. No sólo Tinelli lucra con su “Bailando por un sueño”, muchos otros alimentan sus bolsillos reproduciendo los fragmentos que califican como “mas picantes”. Y un dato esencial que se agrega al desalentador panorama es que es la emisión de mayor raiting de nuestro país.

En los últimos días volvieron a circular por Internet algunas iniciativas ciudadanas, entre ellas un mail que cuestiona el concurso que proponía que “jóvenes bonitas de hasta 40 años” se candidatearan para ser la pareja de Ricardo Fort a cambio de promesas de dinero, auto, tarjeta de crédito. En ese mail se afirma que Tinelli puede ser denunciado por “lenocinio”. (delito doloso -conocimiento que se está prostituyendo a una persona y voluntad de hacerlo- cuyo elemento subjetivo es el ánimo de lucro o de satisfacer deseos ajenos).

La polémica siguió alimentándose y agravandose. El lunes 25 de octubre una coreografía bailada por Silvina Escudero de alto contenido erótico renovó las críticas. No vale mencionar de que se trataba la escena que ha sido reproducida a mansalva por diestra y siniestra, pero fue una suerte de gota que rebalsó el vaso. La violencia mediática ejercida en “Show Match” parece no tener freno.

“El cuadro de baile protagonizado por Silvina Escudero y su partenaire, al parecer sobrepasó los límites razonables de lo que debe ser un espectáculo público y de semejante masividad”, señaló la Autoridad Federal de Servicios Audiovisuales (AFSCA) en un comunicado en el que indica que se encuentra evaluando posible sanciones. Pero al mismo tiempo le da una suerte de salvaguarda al asegurar que “funciona como atenuante” que la escena se haya dado en el marco del “horario de protección al menor”. Si aclara que para quienes lo hayan reproducido fuera de este horario cabría una sanción “estipulada dentro de lo que el artículo 107º inciso d) de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual considera directamente como falta grave: “Las representaciones explícitas de actos sexuales que no sean con fines educativos. La desnudez y el lenguaje adulto fuera de contexto”.

Frente a esto me pregunto ¿quién le pone un freno a Tinelli? ¿la sanción cabe solo para quienes reprodujeron la coreografía fuera del horario de protección? ¿con qué otras herramientas contamos? ¿existe multa económica que pueda equipararse con el lucro que hace Ideas del Sur con este programa?.

Vale mencionar también que la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual establece en el apartado ‘m’ del artículo Tercero como objetivo de los mensajes “promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres, y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual”. El comunicado de AFSCA obvía mencionar este apartado.

No está de mas recordar que durante el gobierno de Néstor Kirchner nuestro país adhirió al Protocolo Facultativo de la Convención para Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por su sigla en inglés). Dicho protocolo insta en el apartado ‘a’ del artículo 5 a “modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres”.

Un herramienta contundente para erradicar los mensajes sexistas emitidos en el programa de Tinelli es la “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, disposición sancionada en 2006 y reglamentada recientemente. Esta ley define la “violencia mediática” como una modalidad en la que se manifiestan las diferentes formas de violencia contra la mujer y dice al respecto que es “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”.

No fue mi intención con esta reflexión abarrotarlas/los de elementos jurídicos, sino visualizar que sobran herramientas para sancionar y erradicar estas conductas. Quizá lo que falte sea decisión política para que tantas leyes no caigan en letra muerta.

Belén Spinetta
Colega, compañera integrante de la Red PAR
http://www.redpar.com.ar

3 comentarios:

  1. La única manera de combatir a Tinelli es no mirándolo...
    El día que ese milagro ocurra, lo haremos desaparecer.
    El punto neurálgico es que aparentemente existe una sociedad que lo necesita.

    No hubiera habido en la historia becerros de oro divinizados ,
    si el pueblo no se hubiera hincado ante ellos.

    Si HOY viéramos a un ser humano de cara al piso ante un becerro de oro, no diríamos ¨estúpido becerro¨, sino : ¿qué hace ese estúpido adorando al becerro...?

    La culpa no es del chancho (qué poco poético suena ésto, pero es posta)

    BESOS MIL LENNY

    SIL

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  2. Comentario en mi FaceBook:

    Giulia Campise: Es desalentdor ver la manera que hasta en los paises limítrofes haya progresado este deplorable programa, el anàlisis que lei en el artículo de tu pàgina es totalmente acertado.Làstima que pareciese no habrá freno para este bodrio de bajísimo nivel....

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  3. Hay mucho impresentable, en todas partes, que se dedica a los contenidos basura, a rebajar a la mujer a la categoría de objeto, a vender carnaza y morbo barato a cambio de una buena audiencia. Toda esta gentuza tendría sus días contados si no fuera por los televidentes que consumen esas porquerías. La culpa la tienen los espectadores.
    Un saludo.

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