sábado, 30 de abril de 2011

Adiós a Ernesto Sábato


Hoy a la 1:30 de la madrugada en su casa de Santos Lugares murió Ernesto Sábato, el próximo 24 de junio cumpliría 100 años. Sus restos serán velados en el Club Defensores de Santos Lugares, barrio donde residía desde hacía muchísimos años (1945). Del lugar solía decir "de aquí me sacan en cajón porque esta es mi patria chica"...

Sin dudas, Ernesto Sábato es uno de los principales escritores contemporáneos de la República Argentina. Nacido el 24 de junio de 1911 en Rojas (provincia de Buenos Aires), este escritor, ensayista y artista plástico ha trascendido las fronteras gracias a sus agudas reflexiones sobre la condición humana y a su compromiso, a veces cuestionado, con los derechos humanos.

Hijo de Francisco Sábato y Juana María Ferrari, Ernesto fue el décimo hijo entre once. Completó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de La Plata y en 1929 ingresó a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata.

Allí fundó el Grupo Insurrexit, de orientación comunista, junto a Héctor Agosti, Ángel Hurtado de Mendoza y Paulino González Alberdi, entre otros. Su militancia lo llevaría a ser elegido Secretario General de la Federación Juvenil Comunista en 1933. Por esa época también conoce a Matilde Kusminsky Richter, una estudiante de 17 años que deja la casa de sus padres para vivir con él. Sábato se casaría con la joven en 1936.

En 1938, recibe el Doctorado en Física y obtiene, gracias al Nobel Bernardo Houssay, una beca anual para investigar sobre las radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie de París (Francia). Ese año nace su primer hijo, Jorge Federico, quien sería Ministro de Educación y Justicia durante el gobierno de Raúl Alfonsín. A fines de la Segunda Guerra Mundial nacería su segundo hijo, Mario Sábato, un reconocido director de cine.

Justo antes del inicio de dicha guerra, Sábato fue transferido al Massachusetts Institute of Technology (MIT) y abandona París.

En 1940 regresa la Argentina para trabajar como docente en la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, en 1943, decide abandonar la ciencia y se vuelca a la literatura y a la pintura.

Su primer libro aparece en 1945 y se titula “Uno y el universo”. Allí recopila diversos ensayos filosóficos donde critica la supuesta moral neutra de la ciencia y se muestra preocupado por el avance de la tecnología.

En 1948 presenta su primera novela, “El túnel”, donde narra los asfixiantes problemas psicológicos del pintor Juan Pablo Castel. La obra sería aplaudida por Albert Camus y enmarcada dentro de la corriente filosófica del existencialismo.

“Sobre héroes y tumbas”, editada en 1961, está considerada como una de las mejores novelas argentinas del siglo XX. Esta compleja historia entremezcla de la decadencia de una familia aristocrática con la muerte del General Juan Lavalle.

Luego le seguirían obras como “Abaddón el exterminador”, “Antes del fin”, “La resistencia” y “España en los diarios de mi vejez”.

Su reconocido activismo político llevó a que el presidente argentino Raúl Alfonsín lo colocará al frente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), un organismo dedicado a investigar los crímenes cometidos durante la dictadura militar de 1976-1983. Su informe, conocido como “Nunca más” o “Informe Sábato”, es considerado un hito en la historia de los derechos humanos. Sin embargo, intelectuales como Osvaldo Bayer han criticado a Sábato por haberse reunido con el presidente de facto Jorge Rafael Videla en plena dictadura.

A lo largo de su extensa trayectoria, Ernesto Sábato ha recibido galardones como el Premio de Consagración Nacional de la Argentina (1975), Premio Cervantes (1984), Comandante de la Legión de Honor de Francia (1987) y diversos doctorados honoris causa en todo el mundo.

2 comentarios:

  1. Para mí se trata nada más y nada menos que de la pérdida del autor de El túnel, una gran obra.
    Me gustaría que leyeras al respecto la entrada que sobre el mismo autor ha escrito el compañero bloguero, paisano tuyo, el amigo Nando, al que también le hago un comentario:

    http://poesiayramosgenerales.blogspot.com/2011/04/lesa-letra.html

    Saludos.

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  2. Hola Cayetano:

    Coincido con tu opinión. Uno no separa para hacerse el/la tontx, sino para quedarse con aquello que nos cultiva, eleva y descartar, si se quiere, las diferencias y contradicciones. Porque necesitamos seguir siendo con lo que construye...
    Además del "El Túnel" y "Sobre héroes y tumbas", personalmente me pegó mucho uno de sus primeros ensayos "Uno y el universo", tal vez tiene que ver con la edad en que lo leí, o no sé, lo releeré de todas maneras.

    Comparto un comentario de un colega en mi FB:
    Pablo Vázquez:
    "Compromiso y lucha, pero también contradicciones que lo cruzaron en su producción literaria y en su vida pública.
    Físico desengañado de las ciencias duras, comunista crítico del stalinismo, antiperonista que acusó al movimiento popular de se...r guiado por el resentimiento - con una sólida respuesta de Arturo Jauretche - pero que percibió el dolor popular y condeno la persecución sobre dicha fuerza; detractor del militarismo, pero que aceptó la reunión con el dictador Videla y en donde fue el "nacionalista" Padre Leonardo Castellani quien le pidió al dictador por la aparición de Haroldo Conti; presidente de la CONADEP, que visibilizó la vejaciones y desapariciones de la última dictadura, pero avalando al teoría de los dos demonios. El autor de la trilogía de novelas “El Túnel“ (1948), “Sobre héroes y tumbas“ (1961) y “Abbadón el exterminador“ (1974) fue un escritor y un ser humano polémico, cruzado por sus propias contradicciones, presentes en algunos de sus personajes literarios.
    Mis condolencias y respetos a su familia por una pérdida irreparable de un pensador argentino de la vereda opuesta, pero que compartíamos el mismo camino por el país.
    Que su alma descanse en paz.
    Adiós Maestro!
    Pablo

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